TITULO:
EL MENSAJERO DEL MAS ALLÁ.
AUTORA:
BEGOÑA MEDINA
GÉNERO:
ROMANCE PARANORMAL/SUSPENSE
SINOPSIS:
La
rutina que devoraba a Arlet (madre, divorciada, sin pareja, con
trabajo estable) se ve interrumpida por una serie de fenómenos
paranormales en su casa.
Su
hija de diez años recibirá la visita de un joven fantasma que trae
consigo una serie de mensajes escalofriantes; entre ellos, su muerte.
Tras
contactar con un extraño y atractivo espiritista sin pareja ni
trabajo conocidos, vivirán una contrarreloj por descodificar los
mensajes del Más Allá y evitar la muerte a toda costa. ¿Lo
conseguirán?
A
veces, el miedo no lo provoca un demonio sino los actos viles de los
hombres.
Secretos
ocultos, asesinatos, misterios, amor y drama.
OPINIÓN
PERSONAL:
Empecé
a leer
El mensajero del más allá una
calurosa noche de julio, una de esas noches en las que es imposible
dormir y no se hace más que dar vueltas en la cama. Una de tantas
madrugadas insomnes sin razón aparente en las que el calor se erige
protagonista de una función que no existe.
Me
levanté y me asomé a la ventana del salón. A lo lejos se oían los
aspersores regando la hierba del parque. Saqué un poco más la
cabeza para ver si me llegaba algo del frescor del agua pero no hacía
ni una gota de aire.
Los
grillos tampoco dormían.
Por
la noche nunca hay silencio absoluto.
A
veces, dentro de mi cabeza tampoco.
Las
ideas bullen.
La
noche las llama.
Por
esa razón suelo escribir a esas horas, para liberar el peso de la
mente y dejar constancia de cuanto pienso en un papel.
De esa forma
no queda relegado al olvido.
Esa vez decidí leer.
El
comienzo es potente. Con un párrafo inicial en presente, la autora
advierte, aconseja, se dirige directamente al lector, consciente de
que así captará su atención y crea una incertidumbre que invita a
seguir leyendo.
Leía
con ansiedad, casi con angustia, dejándome llevar por los
sentimientos de Arlett y trasladándome al centro de la acción, al
escenario de la vida del personaje principal, a un lugar que me
asustaba pero me atraía. Siempre en un intento por alejarme de
cuanto me rodeaba.
Es
una novela que se lee en poco tiempo ya que sus diálogos concisos y
directos unidos a una forma de narrar sencilla con párrafos no
demasiado largos y combinando frases cortas con otras más largan
consiguen darle un ritmo ágil. Ello hace que se continúe leyendo,
que se quiera más. El vocabulario empleado, fácil de entender,
también ayuda.
Es
el segundo libro que leo de esta autora. El primero fue El
príncipe de Arabia, una novela juvenil a caballo entre la
realidad y la fantasía.
Tenía
curiosidad por ver cómo se había desenvuelto en esta novela con un
cambio de registro tan grande. La verdad es que se ha adaptado muy
bien. Suponía un gran reto pero ha demostrado que se mueve
perfectamente en terrenos completamente diferentes. Da un giro en en
su manera de escribir, de expresarse, ya que en este caso se dirige a
un lector adulto y el tono es completamente distinto, además de la
temática. Se adentra en un mundo paranormal de acontecimientos
extraordinarios a los que se intenta buscar una explicación.
A
veces, no la hay de forma aparente, sin embargo somos reticentes a
creer en aquello que no es tangible.
Cuenta
Begoña que escribió El mensajero del más allá, novela
con tintes paranormales con la que participa en el concurso
de Amazon, porque siempre le ha interesado mucho este tema en el que
ha ido profundizando y sobre el que ha recabado información a lo
largo de los años. Cuando decidió escribir una novela para adultos
tuvo muy claro el argumento ya que quería sorprender tratando un
asunto que tanto le fascina.
La autora crea inquietud, intriga, sugiere y emociona con esta obra
escrita en tercera persona y en tiempo pasado.
«Viró
y su espalda ancha desapareció de su vista. Se tapó con la sábana
y echó un último vistazo a su hija. Parecía tranquila. Su
respiración ya no era agitada. Esa noche no apagó la luz. Se sentía
más segura con ella.»
«Begoña
Medina / El mensajero del más allá.»
A
la noche siguiente, volví a coger el libro. No suelo
leer novelas de terror o con fenómenos paranormales por la noche,
tampoco veo películas. Conciliar el sueño después suele ser una
tarea titánica, a pesar de saber que todo es ficción. No obstante,
esta vez lo hice. En parte porque no había podido durante el día y
por otro lado necesitaba saber qué ocurría, sentía ansiedad por
llegar al desenlace, por saber si cuanto había pasado por mi cabeza
era correcto, si todos los cabos que había ido atando con
anterioridad formaban un nudo compacto.
Me
olvidé del miedo, me olvidé cuanto tenía a mi alrededor y me
centré en la historia.
Estaba
cansada, se me cerraban los ojos, dejé de leer y me dormí. Tuve un
sueño muy extraño. Me desperté con una sensación rara, no
recordaba qué había soñado Sentía una angustia grande. En mi
mente había quedado grabada la imagen de una silueta borrosa, entre
sombras.
Cogí
la novela de la mesita de noche y seguí leyendo.
Tenía
que volver allí, continuar adelante, no podía seguir con la
incertidumbre de un final que no sabía a dónde me iba a llevar. Había
dejado de ser una carrera de fondo para convertirse en una prueba de
velocidad.
Permanecía
atenta a cada palabra, a cada página, a cada imagen descrita.
Varias
subtramas, incógnitas, dudas sin
resolver. Todo independiente en apariencia, sin embargo, con un hilo
conductor que va uniendo cada parte convirtiéndolo en un todo, en
una novela bien construída, donde lo que ocurre va adquiriendo un
sentido. Pero todo a su debido tiempo. El lector va a la par de Arlett, uno de los personajes principales.
Arlett
va evolucionando conforme va pasando la historia, conforme va
adquiriendo conocimiento de lo que ocurre. Se ve en su manera de
actuar, de expresarse, incluso en su manera de comportarse.
Diferentes
personajes, bien descritos
y con una personalidad propia.
Me
sentía identificada con la madre.
Me
provocaba angustia la niña.
Me
daba miedo tener las ventanas abiertas.
Hacía
demasiado calor para cerrarlas
El
maullido de un gato me sobresaltó.
Por
fortuna no estaba sola.
Me
picaban los ojos pero no podía dormir, no quería dormir.
Begoña
Medina es una escritora que no planifica de antemano lo que va a
escribir. Tiene la idea general en la cabeza y conforme la va
plasmando en el papel va construyendo la historia. A veces, incluso
ha cambiado sobre la marcha algo que ya tenía preconcebido.
El
título fue lo último que eligió.
Es
una novela muy intensa, en la que el amor tiene mucha relevancia,
también las relaciones familiares y la amistad. Tiene profundidad e
incide en muchos aspectos de la vida.
El
final es trepidante, con un desenlace desconcertante, inesperado.
Nada
es lo que parecía.
Los secretos van saliendo a la luz tras una trama que va mucho más allá
de los fenómenos paranormales.
Combina planos narrativos en un momento crucial de la novela, lo que le da
más intensidad.
Empezaba
a amanecer cuando llegué al punto álgido que me hizo estremecer.
Después llegó la calma. Los primeros rayos de sol entraban por la
ventana cuando pasé la última página.
Entonces
me quedé dormida y en aquella ocasión no soñé, y si lo hice, no
lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que desperté con las sensación
de que después de todo lo vivido todavía me quedaba mucho por
vivir.
También
por leer.
«La
oscuridad ya se cernía sobre ella, un velo de muerte amenazaba con
teñir de negro sus ojos. Sin embargo, su cara era la máxima
expresión de la felicidad.»
«Begoña
Medina / El mensajero del más allá.»
Arantxa, te felicito por esta reseña. Es poética y maravillosa. Sólo tengo palabras de agradecimiento. ¡¡Me encanta!! Tus palabras llegan muy dentro de mí ����
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