domingo, 29 de julio de 2018

EL MENSAJERO DEL MÁS ALLÁ. BEGOÑA MEDINA.


TITULO: EL MENSAJERO DEL MAS ALLÁ.

AUTORA: BEGOÑA MEDINA

GÉNERO: ROMANCE PARANORMAL/SUSPENSE





SINOPSIS:

La rutina que devoraba a Arlet (madre, divorciada, sin pareja, con trabajo estable) se ve interrumpida por una serie de fenómenos paranormales en su casa.

Su hija de diez años recibirá la visita de un joven fantasma que trae consigo una serie de mensajes escalofriantes; entre ellos, su muerte.

Tras contactar con un extraño y atractivo espiritista sin pareja ni trabajo conocidos, vivirán una contrarreloj por descodificar los mensajes del Más Allá y evitar la muerte a toda costa. ¿Lo conseguirán?

A veces, el miedo no lo provoca un demonio sino los actos viles de los hombres.

Secretos ocultos, asesinatos, misterios, amor y drama.

OPINIÓN PERSONAL:

Empecé a leer El mensajero del más allá una calurosa noche de julio, una de esas noches en las que es imposible dormir y no se hace más que dar vueltas en la cama. Una de tantas madrugadas insomnes sin razón aparente en las que el calor se erige protagonista de una función que no existe.

Me levanté y me asomé a la ventana del salón. A lo lejos se oían los aspersores regando la hierba del parque. Saqué un poco más la cabeza para ver si me llegaba algo del frescor del agua pero no hacía ni una gota de aire.

Los grillos tampoco dormían.
Por la noche nunca hay silencio absoluto.
A veces, dentro de mi cabeza tampoco.
Las ideas bullen.
La noche las llama.

Por esa razón suelo escribir a esas horas, para liberar el peso de la mente y dejar constancia de cuanto pienso en un papel. 
De esa forma no queda relegado al olvido.
Esa vez decidí leer.

El comienzo es potente. Con un párrafo inicial en presente, la autora advierte, aconseja, se dirige directamente al lector, consciente de que así captará su atención y crea una incertidumbre que invita a seguir leyendo.

Leía con ansiedad, casi con angustia, dejándome llevar por los sentimientos de Arlett y trasladándome al centro de la acción, al escenario de la vida del personaje principal, a un lugar que me asustaba pero me atraía. Siempre en un intento por alejarme de cuanto me rodeaba.

Es una novela que se lee en poco tiempo ya que sus diálogos concisos y directos unidos a una forma de narrar sencilla con párrafos no demasiado largos y combinando frases cortas con otras más largan consiguen darle un ritmo ágil. Ello hace que se continúe leyendo, que se quiera más. El vocabulario empleado, fácil de entender, también ayuda.

Es el segundo libro que leo de esta autora. El primero fue El príncipe de Arabia, una novela juvenil a caballo entre la realidad y la fantasía.

Tenía curiosidad por ver cómo se había desenvuelto en esta novela con un cambio de registro tan grande. La verdad es que se ha adaptado muy bien. Suponía un gran reto pero ha demostrado que se mueve perfectamente en terrenos completamente diferentes. Da un giro en en su manera de escribir, de expresarse, ya que en este caso se dirige a un lector adulto y el tono es completamente distinto, además de la temática. Se adentra en un mundo paranormal de acontecimientos extraordinarios a los que se intenta buscar una explicación.
A veces, no la hay de forma aparente, sin embargo somos reticentes a creer en aquello que no es tangible.

Cuenta Begoña que escribió El mensajero del más allá, novela con tintes paranormales con la que participa en el concurso de Amazon, porque siempre le ha interesado mucho este tema en el que ha ido profundizando y sobre el que ha recabado información a lo largo de los años. Cuando decidió escribir una novela para adultos tuvo muy claro el argumento ya que quería sorprender tratando un asunto que tanto le fascina.

La autora crea inquietud, intriga, sugiere y emociona con esta obra escrita en tercera persona y en tiempo pasado.

«Viró y su espalda ancha desapareció de su vista. Se tapó con la sábana y echó un último vistazo a su hija. Parecía tranquila. Su respiración ya no era agitada. Esa noche no apagó la luz. Se sentía más segura con ella.»
«Begoña Medina / El mensajero del más allá.»

A la noche siguiente, volví a coger el libro. No suelo leer novelas de terror o con fenómenos paranormales por la noche, tampoco veo películas. Conciliar el sueño después suele ser una tarea titánica, a pesar de saber que todo es ficción. No obstante, esta vez lo hice. En parte porque no había podido durante el día y por otro lado necesitaba saber qué ocurría, sentía ansiedad por llegar al desenlace, por saber si cuanto había pasado por mi cabeza era correcto, si todos los cabos que había ido atando con anterioridad formaban un nudo compacto.

Me olvidé del miedo, me olvidé cuanto tenía a mi alrededor y me centré en la historia.

Estaba cansada, se me cerraban los ojos, dejé de leer y me dormí. Tuve un sueño muy extraño. Me desperté con una sensación rara, no recordaba qué había soñado Sentía una angustia grande. En mi mente había quedado grabada la imagen de una silueta borrosa, entre sombras.

Cogí la novela de la mesita de noche y seguí leyendo.

Tenía que volver allí, continuar adelante, no podía seguir con la incertidumbre de un final que no sabía a dónde me iba a llevar. Había dejado de ser una carrera de fondo para convertirse en una prueba de velocidad.

Permanecía atenta a cada palabra, a cada página, a cada imagen descrita.

Varias subtramas, incógnitas, dudas sin resolver. Todo independiente en apariencia, sin embargo, con un hilo conductor que va uniendo cada parte convirtiéndolo en un todo, en una novela bien construída, donde lo que ocurre va adquiriendo un sentido. Pero todo a su debido tiempo. El lector va a la par de Arlett, uno de los personajes principales.

Arlett va evolucionando conforme va pasando la historia, conforme va adquiriendo conocimiento de lo que ocurre. Se ve en su manera de actuar, de expresarse, incluso en su manera de comportarse.

Diferentes personajes, bien descritos y con una personalidad propia.

Me sentía identificada con la madre.
Me provocaba angustia la niña.
Me daba miedo tener las ventanas abiertas.
Hacía demasiado calor para cerrarlas
El maullido de un gato me sobresaltó.
Por fortuna no estaba sola.
Me picaban los ojos pero no podía dormir, no quería dormir.

Begoña Medina es una escritora que no planifica de antemano lo que va a escribir. Tiene la idea general en la cabeza y conforme la va plasmando en el papel va construyendo la historia. A veces, incluso ha cambiado sobre la marcha algo que ya tenía preconcebido.

El título fue lo último que eligió.

Es una novela muy intensa, en la que el amor tiene mucha relevancia, también las relaciones familiares y la amistad. Tiene profundidad e incide en muchos aspectos de la vida.

El final es trepidante, con un desenlace desconcertante, inesperado.

Nada es lo que parecía.

Los secretos van saliendo a la luz tras una trama que va mucho más allá de los fenómenos paranormales.
Combina planos narrativos en un momento crucial de la novela, lo que le da más intensidad.

Empezaba a amanecer cuando llegué al punto álgido que me hizo estremecer. Después llegó la calma. Los primeros rayos de sol entraban por la ventana cuando pasé la última página.

Entonces me quedé dormida y en aquella ocasión no soñé, y si lo hice, no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que desperté con las sensación de que después de todo lo vivido todavía me quedaba mucho por vivir.

También por leer.

«La oscuridad ya se cernía sobre ella, un velo de muerte amenazaba con teñir de negro sus ojos. Sin embargo, su cara era la máxima expresión de la felicidad.»
«Begoña Medina / El mensajero del más allá.»

1 comentario:

  1. Arantxa, te felicito por esta reseña. Es poética y maravillosa. Sólo tengo palabras de agradecimiento. ¡¡Me encanta!! Tus palabras llegan muy dentro de mí ����

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