martes, 3 de julio de 2018

EL PRÍNCIPE DE ARABIA. BEGOÑA MEDINA.



TITULO: EL PRÍNCIPE DE ARABIA

AUTOR: BEGOÑA MEDINA

GÉNERO: NOVELA JUVENIL/FANTASÍA



SINOPSIS:

En el colegio Maravillas andan revolucionados por un concurso de una famosa editorial. Fátima ansía hacerse con él. Pero pronto se dará cuenta de que escribir un libro no es tan fácil. Decepcionada y frustrada por no encontrar una idea original para sus escritos, agita un extraño reloj de arena mientras expresa su deseo de vivir una aventura. De repente, se aparece en medio de un desierto bajo un sol abrasador.
Y es ahí donde comenzará realmente esta aventura de alfombras voladoras, lámparas mágicas y genios, hechizos y encantamientos. ¿Preparado para sumergirte en este mundo de tules, dunas y secretos?


OPINIÓN PERSONAL:

Comencé a leer El Príncipe de Arabia una soleada tarde de domingo a la sombra de un árbol en el parque que hay enfrente de mi casa. Me gusta leer al aire libre aunque no siempre puedo hacerlo.

No me costó trasladarme a ese mundo de fantasía que propone la autora, al Bagdag de Las Mil y una noches, de tantas historias fantásticas de príncipes, princesas, genios, lámparas maravillosas y alfombras voladoras que surcan el cielo por encima de desiertos y palacios con cúpulas de muchos colores.

Es una bonita novela juvenil que combina fantasía y realidad y que se desarrolla en dos mundos distintos dentro de una línea temporal alternativa. Personajes reales que se adentran en un lugar fantástico e imaginario que aparece ante sus ojos y les traslada un pasado que no conocen y que ha convivido con ellos sin que lo supieran.

Un lugar donde la magia es relevante, parte fundamental de la historia.

Donde la fantasía es necesaria para que la realidad sea más llevadera.

En ocasiones buscamos la magia en las cosas sencillas. Muchas veces la tenemos delante y no la vemos.

Otras, en cambio, somos nosotros quienes la creamos. Cuenta la autora que de pequeña leía una colección llamada los Cuenta Cuentos y muchos de ellos estaban basados en Las Mil y una noches. Entonces decidió crear una novela juvenil de romance basada en ellos pero con su toque personal y dando un giro que la hiciera diferente de cuanto había leído. Quería que fuese tipo cuento, tal vez con moraleja para inculcar valores a los jóvenes.

Begoña comenta que este tipo de novelas las escribe pensando en sus hijos, para ellos, sobre todo para su hija que es adolescente ahora.

En uno de los talleres de novela a los que asistí dijeron que la mirada del autor a la hora de escribir es lo que hace que una obra sea única, incluso cuando el tema haya sido repetido en otras ocasiones. Cada autor es único y tiene su estilo aunque se adivinen influencias dentro de su forma de escribir.

El Príncipe de Arabia está escrita de manera sencilla, con descripciones muy gráficas que delimitan el entorno narrado y presenta un paisaje real que no cuesta imaginar. Sin darse cuenta, el lector recuerda aquellas historias contadas o leídas hace mucho tiempo, quizás no tanto en algunos casos.

Me trasladó a mi adolescencia, a mi juventud, sentí la necesidad de seguir leyendo y alejarme de algún que otro momento triste.

El tiempo pasó rápido mientras leía, al compás de las hojas que iba dejando atrás. Fui consciente de ello cuando me di cuenta de que ya no había niños en el parque. Estaba sola y la luz había bajado la intensidad. Entonces me fui a casa sin saber cuando retomaría la lectura.

Es una historia bien narrada que deja una incógnita al principio captando así la atención del lector desde las primeras páginas. Conforme leía me fui olvidando de ese principio y me sorprendí cuando vi resuelta la incógnita ya que en aquel preciso momento no me lo esperaba.

Los capítulos son cortos. Eso da ritmo a la obra y no se hace pesada.

Cuando le pregunté a Begoña por el proceso creativo y las pautas que seguía a la hora de escribir me contestó que era un caos ya que no toma notas y en ocasiones deja que sean la historia y los personajes quienes le guíen. No hace una planificación y no sabe de antemano el final.

En palabras de la propia autora:

«Me considero una escritora de brújula. Me surge una idea y luego ya voy configurando los personajes en base a la historia que quiero crear»

La protagonista es una chica ávida de aventuras que busca una historia perfecta con la que ganar un concurso literario gracias a un relato lo más original posible.
En algunos pasajes me sentí identificada. Cuando tenía 15 o 16años me presenté a varios concursos literarios organizados por el colegio, no gané ninguno pero no importaba. Recuerdo el mimo con el que hacía los trabajos de literatura con los que obtuve muy buenas notas. Me encantaba escribir. Después el tiempo y la vida me apartaron de la escritura y muchos años más tarde, de nuevo el tiempo y la vida me han devuelto al camino literario.

Príncipes y princesas que no saben que lo son, aventuras fantásticas, relojes de arena misteriosos y miles de momentos que arrancan una sonrisa, un estremecimiento, la ilusión del primer amor, ese que se cree que es el verdadero.

A veces puede que lo sea.

Otras es una ilusión que perdura en el tiempo.

«Con cada solsticio había observado que su mirada se tornaba deseosa, anhelando que floreciera en él la llama de amor verdadero hacia ella.»
«El Príncipe de Arabia. Begoña Medina».

Contada en tercera persona utiliza un lenguaje adecuado a lo que está describiendo y teniendo en cuenta que va dirigido a un público juvenil que no se expresa de la misma manera que el público adulto.

Detrás de estas páginas hay una labor de documentación aunque no de datos históricos puesto que no es una novela histórica. Como ella misma ha mencionado en más de una ocasión no hay fechas porque no serían reales.

Sin embargo recopiló información de la mitología árabe en donde se distinguen los genios buenos de los malos. Curiosos datos que han hecho que quiera ahondar más en ese tema. Y con ellos ha dado rienda suelta a la imaginación para permitirnos vivir por unas horas en un mundo fantástico donde todo y nada es lo que parece.

Begoña ha publicado recientemente dos novelas:

Por un lado la primera parte de una trilogía que aunque también es de corte juvenil, en este ocasión es para lectores algo mayores y que lleva por título Mi dulce infierno y narra una historia con contenidos paranormales.

Por otro acaba de salir a la venta El mensajero del más allá, una novela de misterio y fantasmas con la que participa en el concurso Indie de Amazon 2018.

Entre manos tiene dos proyectos para adultos: una novela de terror y otra de ficción histórica que espera que vean la luz para finales de año.

Volví a bajar al parque en varias ocasiones. Siempre a última hora cuando solo escuchaba el canto de los pájaros y podía leer sin que nada me distrajera. Siempre antes de que se encendieran las farolas.

El último día que lo hice, al regresar del viaje y cerrar para siempre el libro, pensé que nunca es tarde para perseguir los sueños y volver durante un instante a esa juventud que creía olvidada.

«Sus flores, a medio camino de extenderse por completo como plumas de pavos reales, anunciaban el solsticio de verano. Aquel lugar la sumió en una profunda tristeza, sentía que era injusto que dos personas que se habían amado tanto no hubiesen podido estar juntas»
«El Príncipe de Arabia. Begoña Medina»

No hay comentarios:

Publicar un comentario