TITULO:
EL PRÍNCIPE DE ARABIA
AUTOR:
BEGOÑA MEDINA
GÉNERO:
NOVELA JUVENIL/FANTASÍA
SINOPSIS:
En
el colegio Maravillas andan revolucionados por un concurso de una
famosa editorial. Fátima ansía hacerse con él. Pero pronto se dará
cuenta de que escribir un libro no es tan fácil. Decepcionada y
frustrada por no encontrar una idea original para sus escritos, agita
un extraño reloj de arena mientras expresa su deseo de vivir una
aventura. De repente, se aparece en medio de un desierto bajo un sol
abrasador.
Y
es ahí donde comenzará realmente esta aventura de alfombras
voladoras, lámparas mágicas y genios, hechizos y encantamientos.
¿Preparado para sumergirte en este mundo de tules, dunas y secretos?
OPINIÓN
PERSONAL:
Comencé
a leer El Príncipe de Arabia una soleada tarde de domingo a la
sombra de un árbol en el parque que hay enfrente de mi casa. Me
gusta leer al aire libre aunque no siempre puedo hacerlo.
No
me costó trasladarme a ese mundo de fantasía que propone la autora,
al Bagdag de Las Mil y una noches, de tantas historias
fantásticas de príncipes, princesas, genios, lámparas maravillosas
y alfombras voladoras que surcan el cielo por encima de desiertos y
palacios con cúpulas de muchos colores.
Es
una bonita novela juvenil que combina fantasía y realidad y que se
desarrolla en dos mundos distintos dentro de una línea temporal
alternativa. Personajes reales que se adentran en un lugar fantástico
e imaginario que aparece ante sus ojos y les traslada un pasado que
no conocen y que ha convivido con ellos sin que lo supieran.
Un
lugar donde la magia es relevante, parte fundamental de la historia.
Donde
la fantasía es necesaria para que la realidad sea más llevadera.
En
ocasiones buscamos la magia en las cosas sencillas. Muchas veces la
tenemos delante y no la vemos.
Otras,
en cambio, somos nosotros quienes la creamos. Cuenta la autora que de pequeña leía una colección llamada los Cuenta Cuentos y muchos de ellos estaban basados en Las Mil y una noches. Entonces decidió crear una novela juvenil de romance basada en ellos pero con su toque personal y dando un giro que la hiciera diferente de cuanto había leído. Quería que fuese tipo cuento, tal vez con moraleja para inculcar valores a los jóvenes.
Begoña
comenta que este tipo de novelas las escribe pensando en sus hijos,
para ellos, sobre todo para su hija que es adolescente ahora.
En
uno de los talleres de novela a los que asistí dijeron que la mirada
del autor a la hora de escribir es lo que hace que una obra sea
única, incluso cuando el tema haya sido repetido en otras ocasiones.
Cada autor es único y tiene su estilo aunque se adivinen
influencias dentro de su forma de escribir.
El
Príncipe de Arabia está escrita de manera sencilla, con
descripciones muy gráficas que delimitan el entorno narrado y
presenta un paisaje real que no cuesta imaginar. Sin darse cuenta, el
lector recuerda aquellas historias contadas o leídas hace mucho
tiempo, quizás no tanto en algunos casos.
Me
trasladó a mi adolescencia, a mi juventud, sentí la necesidad de
seguir leyendo y alejarme de algún que otro momento triste.
El
tiempo pasó rápido mientras leía, al compás de las hojas que iba
dejando atrás. Fui consciente de ello cuando me di cuenta de que ya
no había niños en el parque. Estaba sola y la luz había bajado la
intensidad. Entonces me fui a casa sin saber cuando retomaría la
lectura.
Es
una historia bien narrada que deja una incógnita al principio
captando así la atención del lector desde las primeras páginas.
Conforme leía me fui olvidando de ese principio y me sorprendí
cuando vi resuelta la incógnita ya que en aquel preciso momento no
me lo esperaba.
Los
capítulos son cortos. Eso da ritmo a la obra y no se hace pesada.
Cuando
le pregunté a Begoña por el proceso creativo y las pautas que
seguía a la hora de escribir me contestó que era un caos ya que no
toma notas y en ocasiones deja que sean la historia y los personajes
quienes le guíen. No hace una planificación y no sabe de antemano
el final.
En
palabras de la propia autora:
«Me
considero una escritora de brújula. Me surge una idea y luego ya voy
configurando los personajes en base a la historia que quiero crear»
La
protagonista es una chica ávida de aventuras que busca una historia
perfecta con la que ganar un concurso literario gracias a un relato
lo más original posible.
En algunos pasajes me
sentí identificada. Cuando tenía 15 o 16años me presenté a varios
concursos literarios organizados por el colegio, no gané ninguno
pero no importaba. Recuerdo el mimo con el que hacía los trabajos de
literatura con los que obtuve muy buenas notas. Me encantaba
escribir. Después el tiempo y la vida me apartaron de la escritura y
muchos años más tarde, de nuevo el tiempo y la vida me han devuelto
al camino literario.
Príncipes
y princesas que no saben que lo son, aventuras fantásticas, relojes
de arena misteriosos y miles de momentos que arrancan una sonrisa, un
estremecimiento, la ilusión del primer amor, ese que se cree que es
el verdadero.
A
veces puede que lo sea.
Otras
es una ilusión que perdura en el tiempo.
«Con
cada solsticio había observado que su mirada se tornaba deseosa,
anhelando que floreciera en él la llama de amor verdadero hacia
ella.»
«El
Príncipe de Arabia. Begoña Medina».
Contada
en tercera persona utiliza un lenguaje adecuado a lo que está
describiendo y teniendo en cuenta que va dirigido a un público
juvenil que no se expresa de la misma manera que el público adulto.
Detrás
de estas páginas hay una labor de documentación aunque no de datos
históricos puesto que no es una novela histórica. Como ella misma
ha mencionado en más de una ocasión no hay fechas porque no serían
reales.
Sin
embargo recopiló información de la mitología árabe en donde se
distinguen los genios buenos de los malos. Curiosos datos que han
hecho que quiera ahondar más en ese tema. Y con ellos ha dado rienda
suelta a la imaginación para permitirnos vivir por unas horas en un
mundo fantástico donde todo y nada es lo que parece.
Begoña ha publicado recientemente dos novelas:
Por un lado la primera parte de una trilogía que aunque también es de corte juvenil, en este ocasión es para lectores algo mayores y que lleva por título Mi dulce infierno y narra una historia con contenidos paranormales.
Por otro acaba de salir a la venta El mensajero del más allá, una novela de misterio y fantasmas con la que participa en el concurso Indie de Amazon 2018.
Por un lado la primera parte de una trilogía que aunque también es de corte juvenil, en este ocasión es para lectores algo mayores y que lleva por título Mi dulce infierno y narra una historia con contenidos paranormales.
Por otro acaba de salir a la venta El mensajero del más allá, una novela de misterio y fantasmas con la que participa en el concurso Indie de Amazon 2018.
Entre
manos tiene dos proyectos para adultos: una novela de terror y otra
de ficción histórica que espera que vean la luz para finales de
año.
Volví
a bajar al parque en varias ocasiones. Siempre a última hora cuando
solo escuchaba el canto de los pájaros y podía leer sin que nada me
distrajera. Siempre antes de que se encendieran las farolas.
El
último día que lo hice, al regresar del viaje y cerrar para siempre
el libro, pensé que nunca es tarde para perseguir los sueños y
volver durante un instante a esa juventud que creía olvidada.
«Sus
flores, a medio camino de extenderse por completo como plumas de
pavos reales, anunciaban el solsticio de verano. Aquel lugar la sumió
en una profunda tristeza, sentía que era injusto que dos personas
que se habían amado tanto no hubiesen podido estar juntas»
«El
Príncipe de Arabia. Begoña Medina»
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