RESEÑA DE: "SERES MALDITOS. LA CONVERSIÓN", DE EBA MARTÍN MUÑOZ

OPINIÓN DE: SERES MALDITOS. LA CONVERSIÓN

AUTORA: EBA MARTÍN MUÑOZ

GÉNERO: NOVELA GÓTICA

SINOPSIS: Dos niños con cualidades mágicas se conocen en un orfanato. Desde el inicio, ambos reconocen en el otro sus facultades, además de un espectacular parecido físico. ¿Qué misterios encierra esa fuerte conexión que sienten? ¿Qué sucede en el futuro para que ambos busquen la muerte del otro? ¿Quién matará a quién?

A su vez, una serie de seres sobrenaturales poblará su existencia y se mezclarán con ellos en un sinfí de aventuras llenas de contrastes: violencia y ternura, misterio y dolor, terror y humor, erotismo y amor.

 Prepárate para sumergirte en un mundo de fantasía oscura que te hará emocionarte, horrorizarte y sorprenderte. SENTIRÁS EN MAYÚSCULAS.

Terminé “Seres malditos: La conversión” hace poco más de una semana y todavía estoy buscando las palabras exactas que describan a la perfección todo lo que me ha hecho sentir este libro. Me ha provocado muchos sentimientos y sensaciones.

He de reconocer que en ocasiones espero tanto de un libro con buenas críticas y altamente recomendado que, no suele cumplir mis expectativas. En este caso debo decir que había oído hablar de él y muy bien, en los grupos de Facebook dedicados a la lectura en los que participo, pero no había sentido el impulso de leerlo. Entonces, recibí en mi correo electrónico un mensaje de su autora preguntándome si me gustaría leerlo y escribir después mi opinión sobre él porque le había gustado mi reseña de “La sombra de la muerte” de Antonio Lagares.  El mensaje me sorprendió y me halagó, así que no lo dudé y me puse en contacto con ella. Hablamos un buen rato, el tiempo se pasó volando y en cuanto colgué me hice con el libro. Claro, para poder hacer una buena crítica de esta novela, antes tenía que leer “Seres malditos: el origen” (el primero de la saga), así que me puse manos a la obra.          

        Se trata de una novela gótica. Tengo que decir que no estoy muy familiarizada con este género. De hecho, creí que era una novela de terror pero la escritora me sacó de mi error y me aclaró que el género gótico es un subgénero del terror. Nunca es tarde para descubrir nuevas cosas y enmendar errores.

En la conversación que mantuve con Eba, hablamos de los aspectos literarios de sus obras, de sus motivaciones, de lo importante que es una buena escritura y de muchas cosas más. A día de hoy tengo que decir que a pesar de tener una idea sobre qué iba a encontrarme, mis expectativas se han visto superadas y de manera muy grata.

Hay muchas cosas que decir de esta novela, es difícil elegir lo más relevante ya que leyendo, te encuentras numerosos recursos lingüísticos y técnicas narrativas enmarcadas en un estilo sencillo de fácil comprensión para el lector.

En primer lugar voy a destacar a los personajes. Aun siendo ficticios, están descritos de manera tan creíble que el lector puede llegar a tener la impresión de que existen y de que se los va a encontrar en algún instante de su vida. Sienten, tienen penas, alegrías. Es una historia con mucho sentimiento, con pasiones, amores no correspondidos, la lucha de unos niños por sentirse integrados y dejar de ser diferentes. Una amistad que desoye los consejos de los demás y un odio que va más allá de la vida Estos son algunos de los aspectos que el lector se encuentra al leer. No importa que sean nigromantes, vampiros, demonios… No importa que sea un mundo diferente. En definitiva, que no deja de tener un punto en común con la realidad.

Y seguí leyendo, y me encontré diferentes técnicas narrativas. Me encontré un yo narrador que intercala su historia con la del resto de personajes. Un Yo narrador, cuyo nombre es una incógnita y constituye el nexo de unión de una trama muy bien construida. Algo que me ha llamado mucho la atención es la manera de finalizar cada capítulo, con una frase sencilla, a menudo premonitoria del siguiente capítulo dedicado a ese personaje. Una frase que deja con la miel en los labios, deseando más. Cada capítulo va dirigido a una de esas criaturas, aunque hay relación entre todos. Con eso consigue que la novela sea ágil, que no canse y mantenga al lector intrigado hasta el final.

          No puedo evitar mencionar que utiliza expresiones típicas de cada zona a la que se refiere. Es una forma de involucrar a los lectores y de instarles a empatizar con quienes habitan en esas páginas. De hecho, yo me he sentido bastante identificada con alguno de ellos.

Eba me había comentado que al principio me podía costar entrar en la trama y de que en quizá en algún momento llegara a sentirme perdida o abrumada por tantos personajes. Lo cierto es que no fue así, están tan bien relacionados y descritos que el lector acaba haciéndolos partícipes de su propia vida, incluso imagina qué va a ocurrir con ellos y desea equivocarse. En mi caso sentí mucho la pérdida de alguno de ellos.

Los saltos en el tiempo están muy bien elaborados. Se sabe en cada momento a qué lugar, situación y espacio temporal se refiere la autora. Tengo que decir que se mueve por diferentes épocas, con una diferencia de tiempo abismal, lo que hace que sea más difícil, pero Eba se desenvuelve de maravilla. Es una técnica que maneja con mucha habilidad.

La combinación de diferentes planos narrativos dentro de un mismo capítulo es algo que destaca  que hay que tener muy en cuenta. Mezcla presente, pasado y futuro con mucha maestría.

En mi diálogo con la escritora, intuí que cuida mucho cada detalle y se preocupa mucho por el lenguaje y la manera de comunicar lo que escribe. Lo pude corroborar  al leer las novelas. No deja cosas al azar o sin terminación. Le da a la historia lo que pide. No escatima ni da rodeos para alargarla innecesariamente. Cito sus propias palabras: “creo que la historia debe pedir lo que necesita, sin relleno ni dejar mil incógnitas y pienso ser fiel a eso y a mi criterio como lectora”. Estoy completamente de acuerdo, los lectores buscamos una historia que nos llene, nos atrape y nos invite a seguir el camino sin retroceder, sin obstáculos que nos impidan avanzar y sin interminables desvíos que dificulten llegar a la meta.

Además, como ella misma me dijo, le gusta tener detalles con sus amigos, a los que hace partícipes de sus obras poniendo su nombre a sus personajes. Es una práctica habitual entre algunos escritores que los amigos y lectores agradecen mucho.

Una cosa que me ha gustado especialmente, es el extenso vocabulario que utiliza, no repite palabras o expresiones. Utiliza vocablos que no estamos habituados a encontrar como pómulo en lugar de mejilla. A mí no se me hubiera ocurrido que las lágrimas corran por los pómulos y lo cierto es que al leerlo tiene encanto y es diferente. 

El primer libro lo leí durante las vacaciones, con ganas, enganchada desde el principio y sin reparar en que fuera el primero de una saga, sin importarme el final porque tenía la continuación. En el caso de Seres malditos: la conversión, ralenticé los últimos capítulos, no quería terminarlo, temía enfrentarme a un final inacabado, a la espera de la siguiente entrega.

He de decir que el final está bien construido. El lector sabe que continúa pero al llegar a la última página, no tiene la sensación de algo inacabado. Eso sí, deja paso a la imaginación, a la pregunta: ¿cómo continuará?

Seguro que me dejo muchas cosas y seguro que hay fallos y aspectos que se podrían mejorar en el libro pero eso se lo dejamos a la autora, quién seguro que no nos decepcionará en el tercer libro y nos volverá a dejar con la boca abierta sorprendiéndonos con varios desenlaces difíciles de olvidar.

Mientras, nos animaremos pensando que el tiempo pasa deprisa.

Lector que lees mi reseña y no has leído “Seres malditos. El origen” y “Seres malditos. La conversión”, no dejes pasar la oportunidad de adentrarte en una mundo que te cautivará, enganchará y no querrás que termine ni desearás terminar. 

Me viene a la memoria en este momento la letra de una canción de Luis Fonsi que dice : “el fin es el principio de algo nuevo". Con este pensamiento tan bonito, los lectores de esta gran obra esperaremos ese nuevo comienzo que nos volverá a atrapar.