TITULO:
DIÁLOGOS ANIMADOS CON PERSONAS MUERTAS
AUTOR:
IGNACIO LLORET
GÉNERO: RELATO.
SINOPSIS:
En
esta decena de relatos escritos con el tono y el ritmo trepidante de una conversación,
10 personas nos cuentan qué supone para ellas haber fallecido, mientras
recuerdan algunos episodios de su vida.
En
todos esos testimonios, lo que en principio parece una reflexión sobre la
muerte acaba siendo una historia sentimental. Y es que, como nos demuestran los
propios narradores, el tema preferido de los muertos es el amor.
Siempre bajo la premisa estética de la búsqueda de nuevas formas de expresión en el lenguaje y en la estructura, la última obra de Ignacio Lloret aborda un asunto tan esencial como el anhelo de plenitud en los confines de una existencia digna.
OPINIÓN
PERSONAL:
Desde que terminé
Diálogos animados con personas muertas, estoy sumida en una sequía lectora a
la que no encuentro explicación, salvo el deseo de mantener intactas las
sensaciones que este libro me produjo. En un intento por no solaparlas y evitar que se difuminen en la mente con otros personajes, otras vidas, otra forma de
narrar diferente.
Me resisto a olvidar
esos sentimientos, ese amor intrínseco, esos nombres que tal vez podrían haber
sido otros. De cualquier forma, sus vivencias no cambiarían y mi manera de
mirarlas, de sentirlas, tampoco.
Compré el libro a
finales de septiembre. Era sábado. Creo que aquel día comenzaba el otoño, o tal
vez terminaba el verano. No lo recuerdo bien. Hacía buena temperatura, así que
me acerqué caminando a la librería. Me costó encontrarlo. Lo tenía delante y, sin embargo, no reparé en él a primera vista. Como en la vida, uno no siempre se fija en lo que tiene delante.
He leído casi todos
los libros de Ignacio Lloret y, cada vez que he comprado uno, lo he comenzado a
leer nada más salir de la librería, sin esperar a llegar a casa. Esta vez ni
siquiera esperé a salir de allí. En cuanto lo tuve en las manos, lo abrí y comencé
a ojearlo. Pensé que, si en ese momento me hubiera encontrado con Ignacio, él me
habría dicho que lo leyera con calma, despacio. Siempre me lo dice y yo casi
nunca le hago caso. Por lo menos en la primera lectura.
Me acerqué a una
plaza que había cerca y me senté en un banco. Abrí de nuevo el libro y empecé a
leer uno de los relatos. No el primero, sino el que sentí que iba a gustarme más. Y en contra de mi avidez lectora, lo leí
tranquilamente, disfrutando de esa poesía
implícita entre las páginas tan característica de este autor.
Sabía que el libro me
iba a gustar, pero además me sorprendió. Ignacio Lloret tiene la capacidad de
sorprender siempre, de ir más allá, de ponerse el listón más alto y superarlo.
Y aunque cambie de registro, ese tono poético en sus escritos, el que define su estilo, se mantiene intacto.
Me costó poco leerlo,
no porque lo leyera deprisa, sino porque la forma de narrar que ha utilizado el
escritor esta vez, estructurados los textos como un diálogo entre dos personas, agiliza
mucho la lectura.
Diferentes
personajes, diferentes lugares, culturas. Unas historias establecidas desde
prismas distintos, pero con la misma mirada, la de la muerte. Todos los
personajes están muertos. Nos traslada a ciudades de todo el mundo. A paisajes
bellos. Y el lector los siente, y entiende a los personajes e incluso se puede
llegar a identificar con ellos y anhelar esa forma de amar tan intensa.
Hablan de su
experiencia en la vida.
La cuentan a través
del autor, interlocutor que se sitúa en un segundo plano dejando a los
personajes que digan lo que quieran, que lleven el peso de la narración,
consiguiendo de esta forma emocionar al lector, captar su atención de principio
a fin. En ocasiones interrumpe esos monólogos con una pregunta corta, con una
apreciación acerca del entorno o de los gestos que hace quien habla en ese
momento.
Hablan sobre todo del
amor. Siempre el amor. Diez magníficas historias de amor que envuelven la
profundidad de las palabras escritas, abarcando temas tan importantes como la
guerra, la religión, el amor fuera del matrimonio, temas que acompañan a ese
amor concebido en todas sus formas.
El amor es la razón
para seguir adelante en unos casos, para romper el hastío en otros, para
terminar con todo en última instancia.
Historias muy
verosímiles, que el lector puede llegar a sentir cercanas.
En los talleres de creación literaria que imparte incide de manera especial en ello.
La manera de terminar cada relato es maravillosa. Es algo a lo que Ignacio da mucha importancia. Cuida mucho los detalles y acaba los capítulos de cuanto escribe de manera sutil buscando ese final perfecto, brillante.
En los talleres de creación literaria que imparte incide de manera especial en ello.
Es un libro que deja buenas sensaciones, diferentes dependiendo del texto que se haya leído en último lugar. Alguno lo terminé con una sonrisa en los labios, otros con la emoción en los ojos. Y en todos me quedó un deje de melancolía, de nostalgia.
A veces, en algunos libros, suelo dejar una flor seca, y la coloco en el capítulo que más me ha gustado, el que más me ha llegado.
Una flor que encierra una historia.
Al terminar Diálogos animados con personas muertas, justo antes de depositar una orquídea en el último relato, el de Jaime Lloret, padre del autor, me sentí cómplice de esos amores mortales inmortalizados tan delicadamente por la pluma del autor.
Aquel día en la plaza, al terminar la lectura, pensé que ése podría haber sido el escenario de alguno de los relatos. Me pregunté en ese momento si alguien me buscaría cuando hubiera muerto para que le contara cómo había sido mi vida. Me pregunté si yo también le hablaría de amor.
Sentí un escalofrío al pensar en mí de esa manera.
Muerta.
Entonces cerré el libro y me fui a casa sabiendo que iba a releer cada una de esas historias antes incluso de haberlas leído.
Unos días después de terminar el libro
tuve ocasión de hablar con Ignacio a la salida de una de sus clases.
Llevaba el libro para que me lo
dedicara.
Al cogerlo, me preguntó qué me había
parecido.
Y, después de contestarle, yo quise
saber cómo había surgido la idea de este libro, que me hablara del proceso
creativo
En primavera de 2016, después de
leer Voces de Chernóbil, de Svetlana
Alexiévich, se me ocurrió escribir un libro de relatos con una estructura
parecida, es decir, con un formato de entrevista. Por una parte, elegí ese
recipiente, esa manera distinta de narrar. Por otra, decidí que lo aprovecharía
para conversar con una serie de personas fallecidas, para preguntarles qué
suponía para ellas el hecho de haber muerto.
Mientras hablaba no pude evitar fijarme
en sus gestos, en su entusiasmo al hablar del libro, en la expresión de sus
ojos.
Y le pedí que me contara alguna
curiosidad, algo que le hubiera ocurrido mientras lo escribía.
Es cierto lo que sugieres. Durante
la escritura de un libro se producen hallazgos. Descubrimientos relacionados
con su contenido o con su forma. Es decir, en la exploración que supone la
elaboración de una obra literaria, el escritor debe estar atento a todo lo que
va ocurriendo. En cuanto a Diálogos
animados con personas muertas, me sucedió que yo quería escuchar de los
personajes una serie de conclusiones o reflexiones sobre la muerte, pero ellos
estaban más interesados en hablar de amor. A medida que les interrogaba,
comprendí que lo que deseaban de verdad era contarme sus experiencias
sentimentales. Me alegro mucho de que haya sido así.
Sonreí y quise saber más, que me dijera
qué relato había sido el que más le había costado escribir.
El de mi padre. Por un motivo
evidente. Quería ser respetuoso con él y con otros parientes cercanos que
también aparecen en ese texto. Como ya nos advirtió Hermann Hesse, el autor
suele anteponer la estética a la moral. Ése es un riesgo constante cuando se
escribe sobre una persona real a partir de datos verídicos. Por fortuna, casi
todos los relatos del libro están protagonizados por personajes inventados o
basados en individuos que conocí de modo muy fugaz, así que en general no ha
hecho falta considerar ese aspecto ético.
Desde el principio me llamó la atención
que escogiera un título tan directo y no uno quizá más poético o sugerente. Y,
aunque en cierto modo sabía por qué lo había escogido, preferí escuchárselo
decir a él.
Tú
misma lo has dicho. Quería un título directo, que no recurriese a ningún
eufemismo en relación con la condición de los personajes. Me sonó bien desde el
principio, fácil de pronunciar a pesar de ser bastante largo, y no he querido
cambiarlo. Su formulación paradójica, irónica, es decir, la contraposición
entre lo animado y lo muerto, me pareció muy apropiada para el contenido del
libro. Creo que aligera y equilibra cualquier lastre dramático que pueda tener.
Sí, es el mejor título posible para este conjunto de relatos.
Antes de despedirnos, me devolvió el libro firmado
y yo lo guardé en el bolso para leer la dedicatoria en
casa, cuando él ya no estuviera delante.
Esa foto me tranquiliza de algún modo. Sí, porque me veo allí, inmóvil y con los brazos abiertos, boca arriba y con los ojos cerrados, y me calma saber que ya estuve muerto una primera vez. Antes de ahora. Antes de morir de verdad. Me veo en medio del monte, rodeado de mis amigos, sin vida igual que ellos, y siento algo parecido a la serenidad. Pienso que ninguno de nosotros estaba antes. Antes de nacer. Que cuando ya no quede ninguno de nosotros, será en el fondo como regresar a entonces. A lo normal, a lo de siempre, a lo que hubo y habrá durante milenios, a lo que sucederá en el futuro. Y eso es un consuelo para mí. Es algo que me permite aceptar la muerte, verla de una manera menos trágica. No feliz, pero sí natural como el ciclo de las estaciones.
Diálogos animados con personas muertas / Ignacio Lloret
Hermosas palabras, Arantxa. Termino la reseña con ganas de leer el libro.
ResponderEliminar¡Hola Arantxa! Me ha encantado la reseña de Diálogos animados con personas muertas y lo que más me ha gustado sin duda es la historia que hay detrás de este libro contado por su propio autor. Sin duda será mi próxima lectura. Gracias por tan exquisita reseña 😘
ResponderEliminarMuchas gracias por ese bonito comentario. Me alegro de que te haya gustado. Te animo a que leas el libro, seguro que disfrutas de esas historias de amor con el tono poético que utiliza siempre este autor.
EliminarVaya, es una reseña realmente increíble y de lo más tentadora. La verdad es que nunca he leído nada de Ignacio Lloret y el conjunto de relatos no era una idea demasiado tentadora hasta que he leído todas las sensaciones maravillosas que te ha ofrecido este autor. Me gusta la idea de que sean historias cercanas y que hablen de la experiencia de la vida. Queda apuntado como próximas lecturas ;)
ResponderEliminarGracias, Sarah por tus palabras. La verdad es que es un libro que encierra una gran belleza y que cala hondo. Siempre es una delicia leer a este autor. Te recomiendo su lectura. Disfrutarás con cada uno de los relatos.
EliminarGracias por tu reseña, me ha gustado mucho todo lo que cuentas de este libro. No he leído nada de Ignacio Lloret pero por la pasión que le has puesto a esta entrada hablando de los relatos, me quedo con ganas de leer estas historias de amor que tanto te han fascinado. Lo voy a incluir en mi lista de pendientes.
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias, Ainhoa por tus palabras. Lo cierto es que me llegaron mucho estos relatos. Disfruté de cada una de las historias y tuve sensaciones distintas con cada uno de ellos.
EliminarMw gustado mucho tu reseña. Mo había leido nada de este autor pero me lo apunto como próxima lectura. Si puede hacerte vibrar de esa manera tiene que ser una lectura fascinante
ResponderEliminarLa verdad es que es un libro maravilloso con cuya lectura se disfruta mucho. Muchas gracias por el comentario.
EliminarHola
ResponderEliminarLa reseña está muy bien escrita y me ha gustado como lo cuentas pero el título del libro no me llama nada la atención de primeras, aunque siendo que no he leído nada de este autor en concreto todavía, lo pondré en mi lista de posibles lecturas. Muchas gracias por la recomendación y un saludo desde laclaquetadelucy.
Muchas gracias por tu comentario Lucía. A mí también me llamó la atención el título cuando lo vi por primera vez pero lo cierto es que es un título acertado ya que son entrevistas a personas fallecidas que cuentan una historia, la suya, desde un punto de vista sobre todo sentimental.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarNo he leído nada de Ignacio Lloret pero leyendo la reseña que nos has dejasden este post la verdad que me intriga mucho esta historia.
He de eedec que el título del libro me dejó pensativa, es lo primero que uno asocia. Pero leyendo la reseña completa parece un gran libro.
¡Hola! No conocía el libro y me ha llamado muchísimo la atención porque creo que guarda un gran mensaje. Creo que voy a investigar al autor, para ver sobre que más temáticas ha escrito porque la verdad es que tiene muy buena pinta. Muchas gracias por tu recomendación. BEsos.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarme encanta la sensibilidad que has puesto en la reseña y el cuidado que has tenido a la hora de explicarnos tu perspectiva de la obra. Me gusta muchísimo y creo que me haré con el libro, porque me has dejado sin palabras y con ganas de él. Muchas gracias por la reseña
Un saludo!! ^,^!!
No soy fan de leer libros que tengan que ver con "muertos" pero entiendo que la intención de este estilo literario es llevarnos a la reflexión para que valoremos la intensidad de amar mientras estamos aquí o que tal vez pensemos en la muerte no como un fin de existir. Una perspectiva interesante para considerar. Saludos.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo has reseñado el libro, me han venido verdaderas ganas de ir a comprarlo y leerlo. Me faltaba alguna lectura que me captivara, y creo que la tengo. Apuntada queda, gracias por el aporte!
ResponderEliminarHola. Madre mía, que libro más interesante..., no lo conocía y el título me ha llamado mucho la atención, pero después de leer tu reseña me he quedado alucinada. Me lo apunto para una próxima lectura. Besos.
ResponderEliminarDebió ser muy emocionante poder tener una breve entrevista con el autor y descubrir detalles de lo que lo motivo a escrir Relatos animados con personas muertas, me ha parecido una reseña muy entretenida y el argumento del libro me resulta atractivo.
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