Detrás de cada persona, tras cada sonrisa, siempre se
esconde una pena. Puede ser reciente o de antaño. Unas veces producida por la
marcha de un ser querido y otras por la ruptura de un amor que creíamos
verdadero y que ha durado menos tiempo del que pensábamos. Todas son dolorosas
y aunque a menudo se suela decir que “el tiempo lo cura todo”, lo cierto es que
la cicatriz ahí queda, recordando cada día de nuestra vida que en ese lugar
hubo una herida. En algún momento nos acordamos y enmascaramos nuestra tristeza
tras una sonrisa, la que lleva los buenos instantes anteriores al suceso y eso
hace que sea más llevadero.
Rememoramos situaciones, risas, aquella última noche juntos,
aquellas cosas que no se dijeron a tiempo y que ya no se dirán jamás de la
misma forma que tampoco se escucharán. Y lloramos, pero no hay vuelta atrás. De
nada sirve culparse y arrepentirse, hay que levantarse y seguir, continuar sin
perder la sonrisa. En ella están todas esas historias vividas, esas horas
compartidas, esos deseos soñados, todas las palabras que sí salieron de nuestra
boca. Y todos los “Te quiero” inesperados, dichos con sinceridad, sin
planearlo, sin buscar un día para hacerlo.
Hace unos meses, en la presentación de su último libro, EL REGALO, Eloy Moreno decía que nos
cuesta mucho decir TE QUIERO. Algo tan sencillo. Así mismo dijo que en cierta
ocasión, en la presentación de uno de sus libros, no recuerdo cual, pidió a los
asistentes que cogieran el móvil y enviaran a la persona que quisieran, siempre
y cuando no fuera su pareja, un mensaje poniendo simplemente esas dos palabras.
Hubo respuestas de todo tipo, desde un “¿estás borracha? o ¿a ti que te pasa
hoy? hasta un “te has equivocado de persona”. Nadie respondió de la misma
forma, a nadie se le ocurrió decir “yo también”.
Yo decidí llevarlo a cabo y una noche envié a mi hija un
mensaje que decía: "Te quiero mucho" y ella respondió: “¿Por qué me dices que me
quieres?, estás tajada ¿no?” Yo contesté con otro que decía: “porque te quiero y
no, no estoy tajada”.
¿Por qué nos resultará tan difícil expresar lo que sentimos? ¿Por qué creeremos que el alcohol da esa valentía que por
otro lado nunca es real?. A día de hoy no he encontrado la respuesta. No
obstante, la vida pasa deprisa y aunque no sigamos su paso es mejor
que no nos encuentre con los deberes sin realizar. “No dejes para mañana lo que
puedas hacer hoy”, es un buen dicho al que yo no suelo hacer caso y tal vez un
día no haya mañana ni tiempo para arrepentirse.
Os dejo la versión poética de mi relato. Espero que os guste este poema que escribí ayer y me digáis todo aquello que os sugiere.
Os dejo la versión poética de mi relato. Espero que os guste este poema que escribí ayer y me digáis todo aquello que os sugiere.
TRAS SU SONRISA
Detrás de esa sonrisa
su vida esconde una pena
de alegría enmascarada
dormida en tiempo pasado
que sueña un dolor que llora
escondido tras los muros
de un corazón malherido
de una vida no vivida
alejada en la distancia
borrada del pensamiento
y sigue…
sigue buscando el descanso
de su mente
de su alma el alivio
y de su silencio
las palabras nunca dichas
que ocultas quedaron
y tras la lluvia…
olor a tierra mojada
y un arco iris lejano
marca esa dulce sonrisa
que su pena no demuestra.
Arancha Murugarren. (17/08/16)
Es verdad, tenemos que decir más veces te quiero. Yo con mi hija lo practico y ella conmigo, no pasa un día sin que se lo diga. Es que la quiero!
ResponderEliminarAy Arancha,,estas cosas no estoy para leerlas pero igual lo hago.������
ResponderEliminarNo dejes de escribir tan bonito ni con tanto sentimiento.
Te dejo un ...Te quiero.������
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTe quiero!!!
ResponderEliminarConmovedor
ResponderEliminarArantxa,acabo de descubrir tu blog y lo estoy leyendo por primera vez. Este artículo me ha impulsado a escribir este comentario. Hermoso artículo, verdaderamente sabio, penas que se ocultan, palabras que no se dicen... Me han entrado ganas de vivir con mayor autenticidad, de compartir más lo bueno que tenemos todas las personas. Gracias por tu inspiración.
ResponderEliminarAnimo con tu blog, sigue escribiendo, dejándonos tu manera única de experienciar la vida.
Arantxa,acabo de descubrir tu blog y lo estoy leyendo por primera vez. Este artículo me ha impulsado a escribir este comentario. Hermoso artículo, verdaderamente sabio, penas que se ocultan, palabras que no se dicen... Me han entrado ganas de vivir con mayor autenticidad, de compartir más lo bueno que tenemos todas las personas. Gracias por tu inspiración.
ResponderEliminarAnimo con tu blog, sigue escribiendo, dejándonos tu manera única de experienciar la vida.