martes, 15 de noviembre de 2016

UN NUEVO CAMINO EN LA VIDA



En ocasiones, hay que pararse un minuto en la vida y echar una última mirada atrás para seguir adelante. Pasar esa página en la que uno se ha detenido. Es necesario, incluso, cerrar el libro y comenzar uno nuevo aunque no se haya llegado al final.

En ocasiones, hay que tomar esa decisión que se lleva posponiendo sin saber cuánto y que ya no se puede demorar más.

Sin embargo, cuesta dar por finalizada toda una vida, dar ese paso que indique que se ha cambiado de rumbo y de dirección. Pesa demasiado la distancia y es difícil borrar esas huellas que han quedado marcadas en un camino recorrido una y otra vez.

Y, de repente, llega ese día en el que la zona de confort se vuelve incómoda, la senda se convierte en montaña, la puerta que se halla detrás  se comienza a cerrar y solo se puede mirar hacia adelante. No obstante, hay una resistencia a dar ese portazo, así que queda entornada hasta que un golpe de viento resuelve la situación.

A partir de ahí, todo cambia. Aparecen retos que parecen imposibles de afrontar y que asustan y mucho. Entonces, hay que pensar que todo es posible, que merece la pena seguir aunque haya que franquear montañas escarpadas y bajar precipicios para encontrar el valle. Y hay que hacerlo despacio, con seguridad, mirando al frente y con confianza. Y por supuesto, hay que dejarse ayudar por quiénes están alrededor y ven las cosas con bastante más claridad. Es un viaje que no se debe hacer en soledad aunque el primer paso sea cosa de uno.

A mí no me gustan los cambios. Me asusta enfrentarme a ellos y no ser capaz de salir airosa pero soy consciente de que no se puede vivir anclado en un momento de la historia caduco y obsoleto que la memoria se esfuerza por mantener.

Y, en ese nuevo recorrido, se hallan otras muchas personas que han hecho el mismo camino de manera paralela y al cruzar la calle se ven. Basta un minuto para darse cuenta de que ya ninguno forma parte de ese ayer que duele, lo hacen de ese mañana que se ha convertido en hoy.

Me vienen a la memoria unas palabras que escuché el pasado domingo en el programa de radio “Una hora contigo”, que se emite los domingos en RADIO CITA CON LUNA (radio digital de la que ya he hablado anteriormente). Juan José Pina, locutor y conductor de dicho programa, decía que solo tenemos una vida y hay que vivirla intensamente para no llegar al final de la misma preguntando: “¿Qué habría pasado si hubiera hecho aquello?. Yo lo habría intentado”. Muy ciertas esas palabras. No se puede desperdiciar ni un minuto, el tiempo va demasiado deprisa y no deja espacio para las dudas.

Es fácil dejarse llevar por la rutina y  las excusas. Ah!!, benditas excusas, una constante en la vida que habitualmente no se admite. Es mejor decir que no alcanzan las horas del día para hacer algo que aceptar el miedo a fracasar. Aunque claro, sin el intento, el fracaso está asegurado.





1 comentario:

  1. Muchas gracias, Arantxa, por esta profunda reflexión. Nos animas a aprovechar la vida, el tiempo, los acontecimientos, las personas incluso. Yo me encuentro en una etapa nueva desde hace apenas mes y medio, así que me siento muy identificado con tu articulo. Gracias, Arantxa por hacernos pensar. Yo solo también animar a todos a cambiar, a hacernos mejores personas, que es la mejor manera de aprovechar el tiempo. Animo a todos con mi esperanza que viene a decir que si luchamos seremos capaz de vencer hasta los sufrimientos. Siempre se puede ser feliz si elegimos el Amor

    ResponderEliminar