domingo, 30 de diciembre de 2018

AQUELLO QUE FUIMOS. PILAR MUÑOZ ÁLAMO


TÍTULO: AQUELLO QUE FUIMOS.

AUTORA: PILAR MUÑOZ ÁLAMO.

GENERO: NARRATIVA.







SINOPSIS:

En plena juventud y tras cuatro años de ausencia, Blanca regresa a su Málaga natal arrastrando una maleta y un pasado que no sabe si podrá afrontar.
En otro punto de la ciudad, un año más tarde, Víctor recibe una llamada de teléfono en relación con Fuensanta, su madre, que pondrá su vida en jaque dejando al descubierto una estela de engaños en la que todos se verán implicados, hasta descubrir una oscura verdad.
Vidas con diferente origen, fuertemente marcadas por decisiones propias o ajenas de aparente insignificancia. Futuros rotos que requerirán un máximo de valor, fuerza y coraje para poderlos superar.

OPINIÓN PERSONAL:

En ocasiones las historias sencillas son las más complicadas de escribir. A pesar de su aparente sencillez, llevan un entramado tan bien hilado, tan bien construido que el lector se deja llevar por esa prosa que fluye y para cuando se da cuenta ya está tan inmerso en la historia que se siente parte de ella.
Y una vez ahí, la disfruta de tal manera, con tal intensidad, que no es consciente de cuanto ocurre a su alrededor y vive pendiente de todo lo que acontece entre las páginas, en el interior de esas circunstancias que discurren en un plano paralelo a su propio entorno y que por un momento se convierten en su realidad.
Eso me pasó a mí con Aquello que fuimos, una historia tan bien elaborada y construida que parece sencilla. La autora ha ido tejiendo con tanta habilidad y  firmeza la trama y las subtramas que el resultado es una excelente historia de contenido profundo que emociona al lector.
Dos historias paralelas, dos vidas aparentemente distintas, con un año de diferencia, intercaladas y contadas de manera distinta. Una en primera persona y otra en tercera. Las dos en pasado. A lo largo de los capítulos se va conociendo a los personajes, creándose un vínculo con los mismos..
Y las historias se van acercando, creándose nexos de unión, coincidencias y situaciones que terminan siendo una.
Los diálogos son directos, cuentan lo necesario sin explicar más de la cuenta, la escritora sugiere y el lector entiende.
Lo leí hace ya un tiempo y desde entonces he estado buscando las palabras exactas para definir todo lo que este libro me hizo sentir, todo lo que sigo sintiendo semanas después. Y mientras, él va cosechando todos esos éxitos que tanto él como Pilar Muñoz, su autora, se merecen.
He leído varios libros de esta escritora. El primero que leí fue ¿A qué llamas tú amor? Formaba parte de una actividad de un grupo de Facebook llamada El libro viajero. Consistía en que la autora prestaba el libro pasaba por aquellos lectores interesados en leerlo. Al finalizar la lectura había que dejar una dedicatoria a la autora con la fecha y el lugar y pasarlo al siguiente de la lista. Es muy enriquecedor tanto para autores como para lectores.
De esta forma conocí a Pilar Muñoz y empecé a seguir su trabajo.
Tiempo después publicó Un café a las seis, novela que devoré en dos días y me gustó mucho. Entonces contacté con ella a través de las redes sociales.
Ya desde el principio sabía que me iba a gustar porque aunque se advierte su evolución con respecto a sus anteriores escritos, esa forma sencilla de transmitir y que conforma su estilo, se mantiene,
Aquello que fuimos es una novela intensa, con mucho contenido, con intriga, la que la autora imprime a lo largo de la novela y sobre todo al final de cada capítulo. Va desgranando poco a poco la historia, en pequeñas píldoras que el lector traga esperando que alivie su ansiedad hasta la siguiente. Sin embargo, la aviva y hace que quien está leyendo continúe sin descanso, apurando hasta la última línea de la página, del siguiente capítulo.
Se abordan temas muy duros, pero Pilar lo hace con cuidado, de forma natural, sin entrar en detalles crudos, sin morbosidad. Eso no hace que sean menos difíciles o que el lector se implique menos. Al contrario, consigue una complicidad que va más allá de las letras.
Queriendo en todo caso saber más, acompañar a cada personaje, aliviar su dolor, contagiarse de su risa.
Es una historia de reflexiones, de seguir adelante, de convivir con el pasado e intentar que no se interponga en el futuro. De saber cómo vivir a pesar de lo sucedido, a pesar de ese instante que cambia el rumbo de los acontecimientos y por tanto modifica también el curso de la vida.
Mientras lo leía recordé pasajes de mi juventud, cosas que me hubiera gustado cambiar y fui consciente de que a pesar del paso del tiempo lo que somos no deja de ser «aquello que fuimos». Aun cuando nuestro entorno sea diferente y creamos que nosotros también lo somos, la base, nuestra esencia, siempre está ahí.
A pesar de que sintamos que la vida nos ha pasado por encima.
Todos los personajes están muy bien definidos y conformados. Es fácil empatizar con muchos de ellos.
Conforme iba avanzando en la lectura se iba creando un debate entre mis sentimiento en cuanto a Blanca y a su madre. Un tira y afloja. Me ponía en el lugar de la madre, de la hija, de las dos en conjunto. Me resultaba difícil decantarme, identificarme solo con una de las dos.
Más adelante me pasó lo mismo con otros personajes.
Son verosímiles. Con sus defectos y sus virtudes. Cometen errores que no saben como enmendar y de los que intentan aprender.
Y los asumen, y lloran al reconocer que se han equivocado.
Y tienen momentos buenos y otros que no lo son tanto.
Como todo y todos en la vida.
Es en esos instantes cuando es fácil acompañarles y sentir que les tiendes una mano escuchando lo que están contando a través de las palabras.
A veces nuestro destino está marcado por los actos de otras personas y nos convertimos en el daño colateral de unas decisiones que no hemos tomado.
También el de ellos.
Uno de los días, mientras leía sentí la necesidad de llamar a mi madre. Hacía días que no hablaba con ella. Dejé el libro y la llamé.
Ni siquiera miré la hora.
Solo descolgué el teléfono y marqué.
Estuve un rato hablando con ella, rememorando aquellas conversaciones que teníamos cuando era adolescente y me acercaba a su cama cuando mi padre trabajaba de noche. Entonces no necesitaba excusas ni un motivo para hacerlo.
En esta ocasión tampoco fue necesario.
Únicamente quería oír su voz.
Al colgar sonreí.
Me pregunté cuánto tardaría en volver a llamarla.
Me prometí hacerlo pronto.
Hay tanto que decir de esta novela que, aunque me extendiera sobremanera, se quedarían muchas cosas en el tintero.
Nada y todo es lo que parece. A medida que van pasando los capítulos, la madeja se va desenredando y las piezas van encajando una a una hasta que se completa el puzle, hasta que todo se aclara. Es un viaje al centro de los sentimientos, de las palabras no dichas, de la vergüenza, del que dirán.
Pero todo eso no importa cuando se quiere de verdad, al final todo queda relegado a un segundo plano y lo importante es lo que prevalece.
No tardé en leerlo, ya que el estilo que imprime la autora con capítulos no muy extensos y frases cortas combinadas con largas le da ritmo y hace sencilla y ágil la lectura.
Recuerdo que al llegar al final dejé de leer durante unos días. No quería terminar, no quería pasar página y dejar el libro en una estantería relegado al olvido. No quería olvidar.
Pensaba que así alargaría el recuerdo de las palabras, de las vivencias, que me mantendría dentro de la historia, dentro de esas vidas, de esas casas, vislumbrando esos rostros tan bien descritos, siendo un personaje más de la novela.
Sin embargo, también quería saber el final y dejar espacio para embarcarme en una nueva aventura.
Cuando estaba a punto de finalizar la novela, un segundo antes de pasar esa última página a la que me resistía, supe que no iba a ser tan fácil relegar al fondo de la memoria algo que me había llenado tanto y que lucharía por mantenerse a flote mucho tiempo después.
Por eso no escribí sobre ello antes.
Hasta ahora.
El día que llamé a mi madre, mientras hablábamos, me di cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de que en cualquier momento el camino se corta de forma abrupta y entonces todo se acaba.
A veces con algo por decir y el remordimiento de no haberlo dicho.

Nos quedamos en silencio. Giré la cabeza con lentitud y tomé conciencia del bullicio que  se concentraba allí, en un ambiente que comenzaba a estar cargado de olores corporales mezclados con los aromas culinarios y  las fragancias de los vinos servidos en las mesas que nos rodeaban. No supe cuánto tiempo llevábamos ocupando aquel lugar, con una decena de comensales en pie esperando acoplar el trasero para picar algo. Yo no tenía ninguna prisa en marcharme, estaba a gusto en su compañía, pero me sentí violenta ante la posibilidad de jorobar la buena marcha del negocio; aunque Chema formara parte de la familia, la consumición de nuestra mesa era claramente deficitaria para las arcas de El Trillo. Él no se inmutó. Y yo me vi amparada por su gesto.
Aquello que fuimos / Pilar Muñoz Álamo
(Ganador V Premio literario Amazon 2018)

6 comentarios:

  1. Qué reseña tan bonita, tengo pendiente este libro hace tiempo, espero leerlo pronto.

    Un beso!

    Celeste - Un viaje en papel

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    1. Gracias por tus palabras. Es una novela preciosa. Seguro que te gustará. Un abrazo fuerte.

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  2. Holaa,
    tu reseña se resume en Guauu!!!.
    No conocía para nada ni el libro ni a la autora, pero madre mía me han entrado unas ganazas terribles de leerlo. Hace tiempo que no veo un libro en el que la persona que lo lee tiene que hacer una pausa de varios días para asimilar todo lo que ha pasado.
    Muchas gracias por tu reseña
    Un besoo

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  3. Muchas gracias por compartir esta novela, No la conocia y tampoco a su autora pero de verdad que con la reseña que nos compartes, me he quedado con ganas de saber más...
    Me la apunto y la busco por acá.
    Besos

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  4. Hola.
    Creo que he visto este libro en alguna librería porque la portada me suena. Una buena manera de conocer libros y autores es de la manera que hiciste, pasando el libro de unos a otros. Una historia curiosa y me ha dado ganas de leerla, dos vidas completamente diferentes que el destino une. Gran reseña.
    Un beso.

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  5. Gracias por compartir la reseña me ha dejado cautivado y con ganas de leer más será una buena oportunidad de descubrir la obra de esta autora.

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