TÍTULO: EL MONTE DE LA BRUJA: Y... CON PIRUJA TODO CAMBIÓ.
AUTORA: EMILY S. SMITH
GÉNERO: INFANTIL/JUVENIL
SINOPSIS:
Maca y Santi sufren una
calamidad muchísimo peor que el meteorito que extinguió a los dinosaurios.
Tienen que abandonar a sus amigos, sus juegos y su vida para trasladarse de una
ciudad a un pueblecito perdido entre las montañas. Allí, encuentras un lugar
extraño donde no reconocen a nadie y, ante ellos, se abre un futuro problemático
y muy, pero que muy aburrido. O eso creen ellos hasta que tropiezan con Piruja
y su gato.
OPINIÓN:
Hacía mucho que una lectura no me llevaba a mi infancia, a
recordar aquellos años de mi niñez donde la vida era distinta, los colores más
vivos y yo sonreía más, ajena a todo lo que ocurría a mi alrededor.
Recuerdo aquellos días de
invierno leyendo cuentos junto a mi abuela a la puerta de nuestra casa en el
pueblo los días de verano, y al calor del hogar en la cocina en el frío
invierno. Primero me los leía ella a mí, más tarde sería yo quien se los contase
a ella.
Cómo olvidad el aroma a
castañas asadas una tarde de domingo cualquiera mientras me envolvía en aquellas
historias maravillosas de príncipes, princesas y brujas malvadas con manzanas de
pinta deliciosa y corazón de veneno.
Con El Monte de la Bruja he
vuelto a revivir todo aquello. Comencé a leerlo de noche, tras un día de mucho
trabajo y sin darme cuenta dejé de estar en mi case y me hallé en ese precioso
pueblo en el que se desarrolla la historia.
Lo leí en poco tiempo,
sonriendo mientras lo leía. Degustando cada una de esas palabras escritas con
mimo, hechas para captar la atención de los niños y de quienes dejamos de serlo
hace ya bastante tiempo.
Es un cuento con sabor de
antaño, con la riqueza de algo añejo cuyo valor aumenta con el tiempo. Donde
las cosas simples cobran la importancia que se merecen y no siempre se reconoce.
Bajo ese título de cuento infantil
hay un contenido profundo, unos valores que no hay que dejar de lado. Una
historia de amistad donde las apariencias no son relevantes y se profundiza más
allá de la fachada. Una historia donde la belleza está en el reflejo de unos
ojos que miran con detenimiento y ven el interior. Es profunda y entrañable. Al
terminar, es imposible no pararse a pensar.
“Tendríamos que aprender a reconocer
mejor lo que se guarda en el fondo de cada corazón”
(El Monte de la Bruja. Emily
S. Smith)
Para volver a sentir lo mismo
que hace años, cuando el tiempo parecía no pasar y tenía la sensación de que
los días albergaban más horas.
“Empezó a pasar el tiempo muy
lentamente, despacio, tan despacio que casi parecía que no pasaba, tan despacio
que perdieron la noción del mismo tiempo y ya no sabían si era de día o de
noche, si había pasado mucho o poco rato”.
(El Monte de la Bruja. Emily
S. Smith)
Cuando mi hija era pequeña,
leíamos todas las noches antes de dormir. Me recostaba en su cama y juntas
disfrutábamos de se rato de lectura. Era nuestro momento, un instante que nos
pertenecía solo a ella y a mí. No lo compartíamos con nadie. Poco a poco nos fuimos
desprendiendo de esa rutina.
Sin darme cuenta o tal vez sin
querer hacerlo.
Se había hecho mayor.
No volvimos a leer en su
cuarto antes de dormir.
Hay un aspecto de este libro
que me ha gustado mucho y es esa interacción de la autora con los lectores. Los
involucra en la historia y les hace preguntas que no ella no responde.
Durante algunos pasajes no me resistí a leer en voz alta, a
escuchar mi propia voz en el silencio de la noche, susurrante para no despertar
a nadie, aislada en un rinconcito del
bosque, ese bosque que la tan bien descrito, mecida por el rumor del viento entre
los árboles.
Emily narra de una manera sencilla, que hace fácil la
lectura, consiguiendo agilidad y ese tono infantil que necesita para captar la
atención de los lectores más jóvenes.
Utiliza un lenguaje bello.
“Se
quedaron muy quietos llorando en silencio, abrazados”
(El Monte de la Bruja. Emily S.
Smith)
Tiene esa sensibilidad especial
que llega muy adentro. Sus personajes principales son entrañables, ríes con
ellos y sufres cuando lo pasan mal.
En esta obra habla de temas tan
actuales y duros como el Acoso Escolar, lo difícil que puede resultar integrarse
cuando se llega a un lugar nuevo, el miedo a lo desconocido…
No puedo dejar de mencionar
las hermosas imágenes que acompañan a las letras.
Es una historia muy completa y
muy bien hilada.
Cuando pregunté a la autora por
su proceso creativo a la hora de escribir, me comentó que hacía un esquema
breve de la historia y uno muy completo de cada personaje. Anota en
cuadernillos, usa pegatinas, hojas… En esta etapa se gesta todo. Luego deja que
los personajes construyan su propia ficción. Para ella es “muy importante que sus reacciones correspondan a su personalidad”.
Otra cosa que me comentó y que
se ve al leer es que controla mucho no dejar hilos sueltos o tramas inacabadas.
La escribió por sus nietos,
para ellos.
Para todos los niños que lo
pasan o han pasado mal en algún momento de su vida escolar.
Para los adultos que miran hacia
otro lado y se desentienden.
-¿Has escrito algo más?- quise saber.
-“He colaborado en manuales y
tratados sobre Alzheimer como integrante de la Comisión Técnica. Tengo una
leyenda que quiero reestructurar y varios más inconclusos, pero que esperan su
turno”- respondió.
Su proyecto más inmediato pasa
por terminar una novela ambientada en la Post guerra.
Seguro que dejo algo sin mencionar, tal vez más que algo.
No olvidaré en mucho tiempo a Carbonilla, el gato de la
Bruja. Un gato que existe en la vida real y cuya historia coincide con lo contado
en el libro.
Termino mi escrito a la espera de leer lo próximo de esta
autora.
Con una sonrisa al recordar.
Con esperanza al reflexionar.
“Tenían
miedo, un miedo tan poderoso como el que nos impide reaccionar y hacer lo
correcto; buscaban, sin hallar, cualquier excusa que les impidiera entrar en el
bosque tenebroso bajo la lluvia”.
(El Monte de la Bruja. Emily
S. Smith)
Me ha encantado tu reseña, es imaginativa y muy tierna, creo que recoge el sabor que he querido imprimirle al libro. Siempre emociona sintonizar con los lectores, que aprecien esos trocitos de nuestra propia alma que quedan escritos.
ResponderEliminarMuchas gracias Emily por tus palabras. Me alegro de que te haya gustado.
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